Ética, Profesión y Vocación
La profesión puede definirse como la actividad personal, puesta de una manera estable y
honrada al servicio de los demás y en beneficio propio, a impulsos de la propia vocación
y con la dignidad que corresponde a la persona humana. En sentido estricto, esta palabra
designa solamente a las profesiones universitarias. En sentido amplio, abarca también a
los oficios. Otra forma de definir profesión es como la actividad habitual de una persona
para la cual se ha preparado y que, al ejercerla, tiene derecho a recibir una remuneración
o salario.
La profesión requiere conocimiento especializado, formación profesional
media o superior (según sea el caso), control sobre el contenido del trabajo y organización
propia mediante colegios profesionales, sindicatos, institutos o gremios, además de
normas éticas (Deontología Profesional). Las profesiones y los profesionales también
deben acatar una normativa legal contenida el la Ley de Profesiones.
Un elemento deseable en el ejercicio de cualquier profesión es la vocación. Puede
entenderse como la disposición que hace al sujeto especialmente apto para una
determinada actividad profesional.
Dicen que quien elige una profesión de acuerdo con
su propia vocación tiene garantizada ya la mitad de su éxito profesional, lo hace por una
cuestión de satisfacción personal, porque le gusta, porque no puede imaginarse a sí
mismo haciendo cualquier otra cosa, no por un hecho de conveniencia.
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